martes, 2 de diciembre de 2008

El ser para sí

De verdad, si alguien entiende este texto... pues explíquemelo ¿no?

El ser para sí.

Se debe comenzar por decir que él para-sí tiene un arduo trabajo de lenguaje, por ser estudiado desde un punto Metafísico y ontológico, por eso he de basarme fundamentalmente en La Fenomenología del espíritu de Hegel y en El Ser y la Nada de Jean Paul Sartre, aunque debo mencionar que a mi interpretación este tiene mucha influencia de aquel a lo largo de su obra aunque las contradicciones entre uno y otro sean lo mas notorio en una lectura superficial. Esto es entonces una breve síntesis de los conceptos: Negatividad, La nada y el ser para-sí entre estos 2 autores.
Cuando Jean Paul Sartre (1943) habla de la nada; comienza por las negaciones, mencionándolas como la fuente de prueba de existencia de todos los seres que en un momento dado no son en-si, explícitamente se refiere a que hay seres que por medio de un acto judicativo negamos, pero de tal manera que no negamos su existencia dentro de un universo físico existencial, sino que lo creemos fuera de una realidad momentánea, una realidad existencialmente inmediata digamos. Básicamente tenemos la idea de que las cosas no pueden dejar de existir por razón de que no las tenemos dentro de nuestros sentidos, esto no nos comprueba el no-ser de las cosas, sólo nos muestra una visión noemática de los seres que en nuestra capacidad humana, dice Sartre, estamos esperando; pues de no esperarlos, no habría negación.
La negatividad (la negación) contiene entonces; cierta carga de conciencia y de existencia, y de ahí, según Sartre inspirado en Hegel, se deriva la existencia del ser para sí, o como menciona a su vez el mismo Hegel (1807) en la fenomenología del espíritu “la negatividad no se aprehende aquí como movimiento del proceso (de certeza), sino como unidad aquietada o simple ser para sí. Se manifiesta más bien como aquello por medio de lo cual la cosa se opone al proceso y se mantiene en sí como indiferente frente al proceso”.
Pero la nada dentro del ser en Jean Paul Sartre toma un camino, por su corriente filosófica digamos, más práctico y existencial, aunque no menos complejo, pues aleja al ser de sí para poder hacerse consciente de sí mismo, el ego se ve distanciado de sí para ser a su vez presencia de si, luego, la nada se hace de esa distancia que no existe más que en un plano metafísico, la nada es la conciencia que nos permite vernos como objeto existente. Textualmente Sartre (1943) afirma que “el ser para sí es el ser que se determina a sí mismo a existir en cuanto que no puede coincidir consigo mismo”.
Lo que trato de exaltar en este discurso es que en ambos autores, aunque por el lado de Sartre se enfoque más al género humano, se habla de una separación de la esfera del yo propio, es decir la negación como base de la conciencia, hace pensar que la nada es una forma metafísica que podría unir lo físico con lo trascendental pues estos autores toman la nada como algo meramente verdadero; afirma Hegel (1807) “La nada, considerada la nada de aquello de lo que proviene, sólo es, en realidad, el resultado verdadero, es, por esto, en ella misma, algo determinado y tiene un contenido” en este punto Sartre difiere en cierto sentido, en cuanto a que Hegel, “hace pasar el ser a la nada” (Sartre, 1943) porque para él, el no-ser no es ser, o más bien la nada no es. Menciona que la nada está sostenida y condicionada por la trascendencia.
De cierta manera habría que entender cuáles son los límites dentro de cada uno de los autores, pero debido a que no queremos encontrar la trascendentalidad de una manera pura, es preferible continuar buscando la facticidad metafísica del para-sí, basándonos en su origen; la Nada. Como ya vimos, la nada viene de la negatividad y en Hegel esta negatividad es el ser para-si, o por lo menos representan el mismo grado de conciencia y forman una parte fundamental en el devenir del absoluto Hegeliano. Se debe mencionar que para Hegel el absoluto (dios si quiere llamarse de esa manera) sólo puede entenderse como un devenir dialéctico que cambia y cambia constantemente. Pero anoto aquí que hago referencia al método Hegeliano porque esa misma formula la usa para la mayoría de los tópicos de la fenomenología del espíritu. Incluso manejando de manera ascendente la escala filosófica de Hegel: Autoconciencia, la razón, el espíritu, religión y al final el saber absoluto, siempre se exalta la nada y el para-sí de las cosas que son objeto del estudio filosófico, que para Hegel esto no es más, de igual manera, que un camino conciente, digamos, que lleva un devenir dialéctico ascendente al saber absoluto en sí, a lo que me dirijo es a mencionar que para llegar al conocimiento máximo, por ser como ya se dijo, una ascendencia dialéctica se debe comenzar por lo que llama la autoconciencia, y es de la nada y luego del para sí, de donde se consigue el primer estado, de este a su vez se obtiene el “filosofar natural” (Hegel 1807) que aunque aparentemente trivial lleva a un conocimiento elevado, por ser un saber intuitivo; que para mi percepción, el estar acompañado de intuición, en un sentido puramente filosófico, ya que está siendo parte de lo absoluto en cuanto que es parte de un devenir que nos ofrece un conocer noemático y noético.
Seguido de esto; la nada viene como un sustituto metafísico más trascendental incluso que la conciencia, porque de alguna manera es proveniente de la misma nada. La nada entonces es un menester filosófico, pero en un sentido puro, pues la hemos hecho ver como algo trascendental, en cuanto que de ese estado “superior” se sostiene. No hay forma de pensar que la nada no existe, aunque como mencione antes Sartre la toma como un no ser, es algo que existe dentro de un ser consciente, y como ya se dijo alejado de sí para a su vez comprenderse como ser existente. Heidegger (1927) en ¿Qué es la metafísica? Se plantea una pregunta. “¿Pero qué es la nada? ¡Cuán fácilmente podríamos responder a esta pregunta! La nada es simplemente lo contrario del ser. Y como el ser es pensamiento o acción moral o arte, la nada es todo lo que no es pensamiento, lo que no es vida moral, lo que no es arte.” (Heidegger 1927) entonces la nada es lo que no es un ser, pero esto no lo toma por inexistente sino por mera trascendencia, incluso el mismo Heidegger en este texto nos remite a la idea de que ni siquiera la ciencia niega la existencia de la nada puesto que la rechaza, y al rechazarla admite su existencia en tanto que es objeto del no estudio científico.
Aunque en la fenomenología del espíritu pareciera que el término para sí es una muletilla puesto que lo ves a lo largo de todo el discurso, esconde un sentido puramente filosófico el cual no lo imagino fuera del devenir del absoluto, puesto que como le hemos venido viendo se presenta como el inicio de la conciencia y la razón, para avanzar aun mas en este sentido, tomando la parte de la autoconciencia y la certeza de sí mismo en Hegel, nos explica que la negatividad que sale del en sí, es un retorno del consciente hacia el ser, de tal manera que al ser conscientes y, a su vez, negativamente en sí, nos encontramos dentro de una esfera la cual se hace consciente de sí misma no desde su núcleo sino de su exterior que es interno a sí mismo, y retomando a Sartre la nada en este caso sería eso que está dentro de la distancia entre el ser en sí y él para sí, dentro de la lógica clásica tal vez, podríamos decir que entre 2 seres en este caso el en sí y él para sí, no puede haber otro ser, por esta razón probablemente es que la nada aparece partiendo esa realidad metafísica entre el en sí y él para sí. Luego entonces la nada proviene de una negatividad inscrita en el ser en sí en el devenir dialéctico hacia lo que pareciera el asenso hacia una conciencia autoconsciente la cual explica al ser para sí como receptáculo de sí mismo por no ser en sí mismo una sola cosa, o más bien no estar en un plano único consigo mismo como un ser solido y fuera de la dualidad de la separación de los seres en sí y para sí.
Cuando pienso en metafísica necesariamente entiendo algo que no es físico, pero que a su vez entiende y controla lo físico, refiriéndome a control como una voluntad libre sobre el plano existencial, en Hegel tomando un sentido basado en la idea del estoicismo explica esta libertad con la afirmación de que la conciencia es la esencia, de alguna manera puede ser posible que haya que existir primeramente antes que ser esencia, de ahí explicaríamos la idea de Sartre de que la existencia precede a la esencia en un sentido que aludiría a la libertad, pero en este caso no es necesariamente la libertad existencial o de los actos triviales o superficiales, sino que metido a un sentido aplicado de este que es un texto fenomenológico, el ser y la nada, tiene una connotación mas trascendental quizá que en lo que pudiera expresar en un texto como el existencialismo es un humanismo por ejemplo, de manera que en este caso la libertad de la que Jean Paul Sartre en esta obra habla y equiparándola con lo que Hegel entiende por libertad, se trata de la manipulación por medio de los seres autoconscientes, de lo físico; explícitamente sería que por medio del para sí, el ser modificara las masas existenciales con la certeza de una perfección e incluso con la idea de la emancipación hacía lo absoluto.
Probablemente hasta en lo más simple de lo mas cotidiano se encuentre un valor metafísico incluso en lo menos espiritual de los actos que se manifiestan por medio de la materia, aunque para Hegel, la libertad es aún más reflexiva, nótese que la libertad llega al ser por medio de la nada… el ser para sí, y menciona que “ la libertad de la autoconciencia es indiferente con respecto al ser ahí, por lo cual ha abandonado también libremente a este y la reflexión es una reflexión duplicada” (Hegel 1807) Hablando ya en un plano más humano es decir haciendo que la metafísica sea algo práctico o como lo propuse anteriormente algo por encima de lo físico que controle y haga consciente de si mismo lo físico, esto comenzaría a parecer una forma de percibir espiritualmente el mundo en tanto que somos seres espirituales, por tanto autoconscientes, llenos de razón y tendríamos un sentido que nos conectara con cierto absoluto en referencia a Hegel o con el ser de los seres en Sartre, de tal manera que cualquier acto físico tendría, por medio del para sí, una conciencia predecesora de sentido metafísico o de un grado mental elevado.
Para terminar este tratado, debo sólo aclarar las ideas centrales, que quise tomar de los autores tratados a lo largo del discurso. Propongo la negatividad como lo ajeno al ser en sí, al ser físico, de manera que la negatividad es decir lo contrario a lo esperado por el ser mismo, crea un espacio entre el ser y su conciencia pero en esta idea se crea la Nada. De la Nada se obtiene un espacio metafísico u ontológico el cual permite separar al ser en dos formas, el en sí y el para sí, la nada entonces es eso que existe como distancia físicamente nula entre el ser y sí mismo.
Luego de estos explicados anteriormente se produce el ser para-sí que es el ser autoconsciente, pero por ser autoconsciente se encuentra alejado de sí mismo, esto se explica en base a que se puede notar a sí mismo como ser existente pero por la razón misma de no coincidir consigo mismo. Si fuera un ser que dentro de sí mismo se notara como existencia resignada, sería un ser en sí y para sí al mismo tiempo. Para Sartre este ser, sería dios, en tanto que se produce y conoce a sí mismo sin la nada… y luego de ese proceso fenomenológico que si este autor la idea de un ser completado por sí mismo, es meramente imposible.



Bibliografía.
Gadamer, H. G. 2000, La dialéctica de Hegel, Ed. Cátedra.
Hegel, G.W.F. 1807(1985), Fenomenología del espíritu, Ed. Fondo de cultura económica.
Heidegger, M. 1927, ¿Qué es la Metafísica? Versión Electrónica Weblioteca del conocimiento.
Sartre, J.P. 1943 (2006) El ser y la Nada, Ed. Losada.