domingo, 26 de septiembre de 2010


No tengo muchas cosas en las manos, pero tengo lo suficiente dentro, que puedo ver que algunos rostros son bellos incluso mirándolos a través de mi cabello descompuesto.
La costumbre nos dice que el infierno es el que provee el calor, ese que hace que la piel se caiga y que los cuerpos sufran. He estado ya en el cielo y probablemente hacia más calor que en el infierno y ahí mi piel se volvió como el agua que avivaba el fuego de otro espíritu.
He pensado que en ocasiones no queda más paz que la de estar en el combate silencioso de lo oscuro. Como cuando pones los ojos debajo de tus parpados y te comes el mundo en un instante mudo.
No más de esa absurda contaminación. Siento en ocasiones que me pone en un estado de ebriedad solemne, de ese modo en el que eres tan propio que te resignas a ser una cosa suficiente, a solo pasar por delante de los hombres de honor.
La pasión vulgar que a veces me acompaña es la razón por la cual alguna gente no se va. Habrá que ser más vulgar de lo normal para no quedarme solo.
Algunas cosas, la mayoría... no importan, otras dan igual. La que sobra, esa no hay que descuidarla. La respiración.

viernes, 24 de septiembre de 2010

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Hoy lo descubrí; odio a las mujeres en el buen sentido.
Sobre todo a esas que el corazón se les agita fácilmente.
Soy un tipo enamorado de alguna cosa que se oculta en espirales de palabras en manuscritos gastados.
Odio a las mujeres cuando no son hombres.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Creo que hay dos gotas de lluvia, que al precipitarse se separan y  se pierden. Pero al caer el destino y  el terreno las ha de unir en un estanque. Como la raíz cuando es puesta en la tierra y regresa naturalmente al exterior luego de los ciclos necesarios.

martes, 14 de septiembre de 2010

Nada.


No tengo nada que hacer ahí 
porque nada tengo ,
no tengo nada que encontrar
nada buscas.

No tengo nada que hacer ahí,
mira tu rostro y mira el mío
atrayéndose con culpas,
las mías más grandes.

No tengo nada que hacer ahí,
siente  las pieles que acostumbras
tan extrañas para la piel mía,
al rosarte me sangras.

No debiera estar acá,
robándole a otro la paciencia
mientras muerdo ese comienzo;
dejando una huella vanidosa.

¿Qué hago acá sino recordar mi pobreza?
 Una imagen de ternura,
como diablo en mi corona
siendo esta un beso de miel.

Ahí apoyando tus caminos,
sonriéndole a quien sea
y mirando tus pestañas
caer como caen.

Solo matar hago aquí,
como los que matan por amor,
y  luego viven en soledad
mascando la conciencia.

Y al final nada hago aquí,
solo esperar a que desaparezcas
en la imagen de la luna
que se esconde entre las luces.

Sonriendo ponga las pestañas como tu
manteniéndolas también unos momentos abajo,
y te veo ir como siempre,
y no vuelves esta vez.

Nada hago aquí,
Era una ilusión
del clima de mis deseos
que siempre regresa a tu imagen.




lunes, 13 de septiembre de 2010

La Magia y el Mago.

Fragmentos.
“Llegada la hora puso sus pies en la tierra de quien solo tenía para ofrecerle su vida; como pago por su benevolencia. Apareció en medio del camino y abrió los ojos. El cielo, al verla más bella que las estrellas que lo adornan, se escondió entre las nubes mas grises. Puso un poco de su miel en los labios del hombre y este solo pidió la muerte para no sufrir después de tal iluminación."

“Él le hablo del amor y de lo bello, ella escuchaba como si escuchara verdades. En un punto sus miradas se cruzaron formando una fuerza entre su espacio vacío. Y con sus labios se atrajeron y sus cuerpos se juntaron con la luz de la única estrella que se asomaba entre las nubes oscuras.”

“Casi le creía que era verdad tanta pureza en esos actos, pero él era un ladrón invasor y ella era una obra directa de dios. Él lo sabía y no le importaba el peso kármico de su atrevimiento. Y a ella no le importaba la pureza de su piel jugando a ser parte de una furia natural.”

“Cuando se fue y puso las manos del hombre cerca de sus labios; él puso los ojos en el cielo escondido y le agradeció a los dioses la paz de encuentro con el amor de la verdad encarnada. Después no buscó la muerte ya, y a la vida la olvidó.  cuando ella se fue y el cielo pudo mostrar sin vergüenza la ya nada sorprendente belleza de las estrellas que lo adornan; él caminó de regreso a su cuerpo y el alma  no le cabía dentro de su forma, entonces, su alma infinita embellecía su cuerpo humano por afuera de los límites de la piel.”

sábado, 11 de septiembre de 2010

Cómo de niño.

A los que dejo abajo.
Ya no hay ni un solo momento en el que pase por mi cabeza la sensación de infantilidad que solía estar en mi corazón en cada uno de los instantes  de mi existencia.
Salgo de un bar de la sexta, demasiado pop para mi, demasiada gente, demasiada pretensión. Yo no lo digo, pero me levanto y me voy, no le doy la mano a nadie ¿para que? Camino y subo a la revolución, todos los sitios iguales, la gente también, iguales. La gente nueva se mete a sitios viejos y baratos. La gente vieja ya no tiene a donde ir. Yo ya no estoy en ningún sitio, y a ninguno pertenezco, debe ser la edad; esa no perdona.
Veo a todos lados mientras paso por la avenida, antes solo miraba al frente, era demasiada tentación ver a otro lado sin ser capaz de pagar por lo que te ofrecen, hoy aun no tengo para pagar pero tampoco tentaciones, ni siquiera la de ver a una chica y acercarme, por hoy una figura puede llenar toda tentación, mañana no importa. Creo que si aun fuera uno de esos niños que no pisan las líneas en las banquetas; todo eso me parecería una normalidad que en algún punto de mi vida tendría que conocer.
No se en que momento deje de pensarlo y me convertí en lo contrario a lo que debiera. La gente a la que, por alguna razón, le gusta que le llamen rara o extraña, generalmente disfruta de momentos y estados como este; en los que pareces un inadaptado que prefiere dejar de participar en la unanimidad social. Por mi parte pienso enteramente que no es algo disfrutable,  representa  una incapacidad de aceptación de algo que por naturaleza te hace parte quizá en una mediada absoluta.
No es necesariamente, que quiera verme como los tipos esos que están parados frente al Rancho Grande  uniformados sin necesidad y con aretes en los mismos sitios, ni tampoco pretendo ser un tipo parado al lado de una Harley  con cuero por todos lados escuchando rock clásico en alguna parte de la avenida. Pero bien podría permanecer al lado de mi grupo  de amigos que si bien no están del todo a gusto permanecen ahí por que al final estar juntos es lo que importa. Quizá sea eso, me voy sin despedirme efusivamente para no arruinarles la fiesta a quien se quede pensando por que es que me voy tan arrebatadamente. Las cosas siempre son tan sencillas para mí, puedo caminar cuando me enfermo de un sitio, pero a veces, como hoy, quizá me enfermo de caminar y me siento en la banqueta  a esperar el taxi, y no lo disfruto. De pequeño siempre desee situaciones como esta; de noche en la calle, solo y sentado en un sitio como los grandes personajes de las películas americanas o las caricaturas japonesas. Pero hoy eso ya no es lo que pensaba que seria, ahora representa una inmundicia vivida por mera acción de merecer. Un alivio, tiempo de subir al taxi.
Esos taxis de ruta representan una forma en la que la humanidad siempre puede cooperarse y a la vez estar de acuerdo en el acto en si. Puedes pasar horas esperando a que el taxi se llene y no te vas por que estés harto de esperar ni por nada mas. Creo que hay múltiples razones y creo también que todas son validas. Es relativamente barato, por lo menos respecto a los taxis libres. pasa por las zonas  mas seguras posibles, no vas solo en al auto con un chofer desconocido y además solo piensas en llegar a casa. Sin mencionar que tienen sonido incluido.
Soy el ultimo en subir. Me toca el peor lugar… el segundo del lado de la puerta en el ultimo asiento, eso significa que no estas recargado y que tus piernas permanecerán unidas por las rodillas todo el camino. Pero lo acepto, pues lo importante para todos siempre es llegar a casa para darte cuenta de que estabas mejor fuera. Y comienzan hablar, de su trabajo, dos tipos. Hablan de jamones y de  quesos, y lo hablan como si fuera lo mas importante en su vida y como si en ese empleo; hubieran llegado a la cúspide de su realización humana. Un carnicero del Soriana y uno del Calimax. Ambos demostrando sus capacidades especiales en la venta de salchicha y la atención a clientes. Supongo que de niño eso era una situación que había que admirar, y que por supuesto representaba la dignidad y la vida misma de los hombres, tal como mi padre me enseño. Pero ya hoy no puedo sentir eso creo que debe ser por mi inutilidad laboral o por que realmente no me parece algo admirable. Pero hablan y hablan y al final, entre tanto y tanto, dejo de escucharlos.
A la distancia el sitio donde debo bajar. “en el puente” le digo, pero siempre me dejan antes, y esta bien por que da igual, el camino es el mismo. Bajo y camino hacia mi casa. Viernes por la noche; las calles vacías y de vez en cuando un Honda con un montón de imbéciles adentro. No importan, eso ni siquiera de niño lo admiraba. Doy el último paso fuera de casa, ahí termina mi enfermedad, pero comienza alguna otra cosa. Abro la puerta, los perros me reciben, los pateo por mero instinto, y se van. Entro a mi casa enciendo la computadora para buscar a la chica que me saca de mis males. Y escribo esta cosa.
Después juego con el capo de mi guitarra que siempre esta ahí frente al monitor, lo hago subir y bajar, de lado a lado, y lo veo y pienso algo que pensaba cuando era niño. Sonrío por que  me creo  un niño de nuevo; y pienso entonces que en ese capo está el hombre que ideo la utilidad de ese objeto,  pero pienso también que está el que maleo el metal y lo construyó, y el que diseño esos extraños tornillos y  también quien lo ha usado, y pienso entonces que también yo estoy en ese objeto. Me siento aliviado. Al final, aunque la vida sea inútil respecto a conseguir algo luego de esta, quizá somos parte de todas las cosas y las habitamos eternamente… como lo creía de niño. Tal vez  así, en algún momento, pueda permanecer en todos lados, incluso en esos en los cuales no puedo adaptarme por mera decisión.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Ya nadie es filósofo, hoy todos liberamos nuestras sensaciones del mundo como el cuerpo libera el vomito cuando no puede vivir con éste. La diferencia es que el cuerpo lo hace conscientemente.

martes, 7 de septiembre de 2010


Chinguen a su madre, todos, tú también.
Todos somos genuinos, y caminamos por ahí con nuestro estilo comprado, algunos en  televisa otros en Mtv, o vh1,  o alguna mierda de esas. Y todos somos felices,  nos pegamos al espejo para besarlo y agradecerle la puta acción de auto contemplarnos.
Pues respecto a eso, chinguen a su madre. Todos fingimos y caminamos por ahí con nuestra cara sacada de nuestro artista pop favorito. Y todos juegan con todos y se comparten uno a otro sin necesidad de  preguntar si se podrían ofender o dañar.
Los tipos que andan ahí, jodiendote de sol a sol nunca se paran a pensar si algún día van a tener la necesidad de pedir casi de rodillas que no los jodan a ellos, y eso está bien porque nunca lo harán. Pura pendejada. Siempre existen tipos idiotas, y siempre tu estas entre ellos, y yo.
¿Qué culpa tengo yo de que el mundo gire todo el tiempo y que ni en el cine puedan detenerlo satisfactoriamente?  ¿Yo qué? Juro que solo camino igual que todos, no merezco estar por debajo de nadie. Ni siquiera porque soy un inútil.  Hijos de perra, todos contentos como en una pasarela universal.  Y se regodean mostrándose con sus rai ban y su corte in.
Soy un tipo normal...  burlable, como todos, inútil si, pero no imbécil o un poco. Pero idiota, tengo una mujer  como una adicción que al final la escondo para que nadie la vea y que sea mi secreto. Y como toda adicción la quiero dejar para siempre. Solo tengo como mío mi pelo y se cae de pronto, ¿por qué no se me cae el pene? O el brazo con el que escribo tanta pendejada. Porque no he de ser un músico de camión y paso los años comiendo tacos a las 5 de la tarde en una esquina del centro.  No soy lo suficientemente capaz ni para eso.  
Lo Dado es la única bendición de mi vida, por ejemplo esta computadora y la capacidad de mostrar lo escrito como mío. Pero no tengo para hacerme de cigarros cuando mis nervios se juntan como mis dientes que se lastiman entre ellos. Aquí estoy limosneando un poco de libertad, no dinero, ese me vale verga, pero si un poco de espacio para elegir lo que no me toca. Un minuto siendo naturalmente perfecto.
Chinguen a su madre porque son iguales a mí y a todos, ni siquiera estando jodido soy un hombre único. Siempre hay uno queriendo estar más jodido. Su puta madre, nunca tuve razones para negarme hasta ahora, hasta el momento en que los veo y son yo y mis virtualidades. Pueden decir que son ejemplos todos, unos de bondad, de esfuerzo, de progreso, de bienestar familiar, pero putos todos, no son más que un ejemplo de mí y mis pinches posibilidades, por eso chinguen a su madre.
No tengo hambre y no voy a comer, y si como voy a vomitar cuando me acuerde de ustedes.  Revisando la nota del soriana, dejando a un lado lo único que es real, revisando el cambio del taxi, humillando a un perro sin dientes, comiendo tacos al vapor, rozando sus pieles contra otras y dejando lo único que vale la pena en la vida de lado por alguna cosa que representa una ganancia sustancial.  
Lean lo que quieran y vean lo que quieran. A mi déjenme no hacer, que al final, quizá termine yo siendo al que le toque estar molesto con la vida luego de sus fracasos inconscientes.
Pero en verdad. Chinguen a su madre.

Chinguen a su madre, con mensaje poético y todo. Como cuando escuchan una balada de rock y el primer zumbido de la voz les enchina la piel sin siquiera escuchar ninguna palabra, asimismo, chinguen a su madre y tu también, sobretodo tu.

lunes, 6 de septiembre de 2010

De los filósofos.



1.       Ya todos somos capaces de decir lo que sea bajo la premisa de que todo vale un carajo. Estoy de acuerdo, todo vale un carajo y puedo decir lo que sea. Habrá que ver cada cuando la valía de esas palabras roza en algún instante la delgada mascada que adorna la verdad. Ya no importa si esta existe o no, pues hablar de verdades ya es una moda que se utiliza hasta en los programas de espectáculos y las revistas del corazón. Pero sintiendo alguna cosa cualquiera, la verdad y lo que se le parece es una nube en algún sitio de un cielo que ni los astronautas pueden tocar. Hablamos de la filosofía, de las corrientes, de los métodos, de la lógica, de la razón; pero nunca hacemos un segundo alguna cosa de esas de las que amamos hablar. Creo en el fondo de mi alma que yo soy más idiota por no hablar de nada desde hace mucho tiempo. Pero también estoy seguro, de que me he librado de un alto grado de imbecilidad.

2.       Estaba pensando que no hay peor filosofía que cualquiera que presente como argumento un título universitario, pero luego lo pienso de nuevo y quizá solo pueda decir que eso no representa siquiera una filosofía. Después me digo que no estoy tan librado de la imbecilidad.


3.       El look de un hombre de 23 años  que estudia filosofía tiene varias opciones. La de rockstar, la de hippie chilango, la de fashion retro y la de un tipo que parece que nunca ha comprado ropa en su vida por que debe comprar muchos libros para no morir de aburrimiento.  Los primeros 3 tardan horas en vestirse porque no deciden que ponerse, en especial el hippie chilango por que le lleva mucho  tiempo verse tan mal. Pero el ultimo solo toma 3 minutos en escoger la ropa y vestirse, si no es que ya durmió con ella puesta. Creo que todos son imbéciles por igual, pero valoro mas a quien pasa las horas vistiéndose para verse bien; que a quien solo le toma 3 minutos porque la otra parte del tiempo se lee la vida completa de otros. Aunque este siempre será más agradable que los anteriores si se trata de tener una conversación normal. Los otros son imbéciles porque son pura pose.

4.       De las mujeres, ellas últimamente compiten por quien se viste peor, y quien se maquilla más extraño. Creo que ellas deben justificar en una medida más facial la razón por la que estudian filosofía. Es extraño en tanto que los hombres son imbéciles y que ellas son la filosofía; ninguno se pone a pensar que en el papel ninguno hace lo espiritualmente correcto. Qué buena suerte que siempre hay excepciones y que no siempre tengo que ver posturas filosóficas mejor representadas en vestidos de mal gusto que en palabras trabadas por incapacidad  discursiva.

5.       A veces me parece que la educación del mexicano sería mejor si se acercara a la filosofía, pero luego pienso que nunca en la vida seria mas imbécil que proponiendo una mierda como esa. La única razón es que la filosofía de nuestros tiempos esta para generar personas  de poca sabiduría y mucho criterio y asombro fingido. Además, seguro la televisión desaparecería, y la prefiero por encima de las lecturas de Aristóteles.

6.       Mi madre sabe más de filosofía que cualquiera de los maestros del mundo. No necesita escribir nada para hacerme sentir ignorante por el resto de mi vida.

7.       Mi guitarra me ha enseñado más cosas filosóficas que los libros de europeos  y americanos. Debe ser porque la filosofía está más relacionada con el ritmo que con las palabras. Alguien me dijo una vez respecto a eso que en todo caso Daddy Yankee es un filósofo maestro. No supe que responder, pero pensé de nuevo; entonces la filosofía esta mas relacionada con el ritmo que con las palabras.