lunes, 17 de diciembre de 2007

Del estudiante de filosofía. Y de la nada.

Hoy para el intento de filósofo, solo existe una idea madre de todos los actuares y actitudes, “habrá que ser superior antes que superado y contrario antes que… todo lo demás”, de alguna manera existiera la superioridad del filosofo si este fuera no un hablador, sino un pensador, el filosofillo hoy es mas superior por creerlo que por serlo y mas contrario por quererlo que por sentirlo y pensarlo.
Encontré muchos filósofos por la calle, y muchos poetas por las pantallas pero nunca, y digo nunca como si este fuera el final, nunca encontré a un filosofo que estudiara para serlo, como nunca vi a un poeta que estudiara para serlo, como tampoco creo que el psicólogo o el artista salgan por documentación preparados para realizarse. Como tampoco pienso que así sea que un hombre con un papel y una sonrisa de inseguridad pueda decirse a si mismo profesional y apto para el trabajo intelectual en cualquier rama.
Yo solo encuentro una cosa distinta en aquel seudo filosofo de escuela a aquel que solo piensa, al filosofo que estudia, le avergüenza el solo hecho de la virtualidad minimal por estar totalmente ligado a una moralidad y sistema social el cual “odia” pero por el mismo hecho de odiarlo lo limita a ser exactamente eso que el mismo sistema le pide; solo es lo que es; por no poder, en verdad, alejarse de eso que lo deprime como ser pasional e insensato. Mientras aquel que solo piensa, y no me refiero a ese que lleva solo una existencia por la necesidad de estar vivo, tiene en si mismo; esa responsabilidad que le da la libertad de ser y siempre de ser eso que el y no su contexto le define, aquel que solo piensa, es el que crea las revoluciones, y luego de crearlas no influye en nadie mas, solo en su interior para mostrar la superioridad que le da el alejamiento no de eso que “odia” sino de eso que no le afecta por saberse libre y superior aunque ese no sea su fin.
El que estudia para ser filósofo es un idiota por querer ser idiota… y no filosofo, y si existiera aquel que estudia filosofía para si mismo y para aprehender conocimiento… para luego matarlo y arrojar sus cenizas al mar… ese será filósofo.
... De la nada...
Y nada de lo anterior muestra sentido, pero igual que todo hoy, he de decir que el viento y lo lento del sentimiento, es reto del acento puesto, por el cuento opuesto del razonamiento y pretexto del corpulento evento en el que miento contento.
En los comienzos de una vida, y digo de una vida por no decir una muerte (aunque ya lo dije), ¿que se tiene por hecho? ¿La pura idea de la existencia? He decidido escribir en este momento por la paz que viene después del punto final, y he decidido también; entonar una canción de voz liviana para sentirme triste al momento de tener la paz.
He llegado a sentir la soledad, pensando en eso que le oí a Arjona decir; “la soledad es una ingrata a la que se le va ganando el gusto, con un alto riesgo de parar completamente enamorado de ella” y con ese pesimismo optimista, comencé a pensar la idea de que somos completamente solitarios en nuestra vida total, es como si mi sentir o necesidad por alguien mas; fuera solo un grito raspante para pedir un poco de compañía, ¿será que esos que nos enamoramos, que vivimos amistad, que bebemos solo con alguien mas y que nos ponemos las mascaras necesarias para aparentar, estemos en una necesidad constante por no estar con nosotros mismos? ¿Será que preferimos el hecho de enfrentarnos a los otros en lugar de ponernos cara a cara con el espejo?
Que terriblemente absurda es la vida cuando nos pide estar solos junto a tanta gente, que absurdo es tener por absurdo a aquel solitario vendedor de chicles de rodillas esféricas, de pronto somos la crueldad ensimismada y con la advertencia de ser contagiosos y contagiados. Seguramente muchos ya lo dijeron, pero somos seres enfermos, hipocondríacos, infelices por querer serlo, ¿por que no todos somos Baudelaire? ¿Por que no todos caminamos de puntas en cristales y brasas? ¿Por que no todos captamos y aceptamos nuestra libertad francesa? ¿…?
De repente lo pienso y tomamos decisiones sobre lo que somos y seremos, y de pronto bajamos a los pensamientos comunes y sentimos que el “ser” se limita a un estado, a una aceptación del yo… el yo… siempre este pronombre que es… solo por estar, en mi caso; mi vanidad la justifico con mi confianza en el yo que no alcanzo a entender, como si captaran los otros lo que yo, fuera de mi, se. Las tonterías como objeto de simbolismo y no de humillación. Yo, mi vanidad, al unirse se basan uno en otro y viceversa, lastima de aquellos que necesitan mas.
A ese proyecto Heidegereano le falto la explicación de las excusas como fuente de longevidad, a ese ser ahí le hizo falta ser mexicano… pasional… o tal vez se le paso la mano. Vi 7 veces una película de amor, ¡caray! Las vidas perfectas por desenlaces exactos me hacen tan miserable ¡bah! miserables ellos que todo el mundo los envidiará, prefiero la idealización póstuma que esa envidia tatuada.