jueves, 13 de mayo de 2010

De ella, la mujer y la filosofía


Creo que sin la mujer no habría heavy metal, pues seguramente el hombre no habría tenido la delicadeza de crear instrumentos musicales… seguramente tampoco habría futbol ni alcohol. Tal vez todo lo que el hombre ama solo es una ilusión para dejar de pensar un momento en la mujer.

La filosofía y su feminidad son la razón por la que los hombres se acercan a la mujer, por que  dan la misma sensación de poder y verdad.

La mujer y la filosofía son, a mi percepción, exactamente iguales, excepto que si una mujer se acerca a la filosofía no es considerada lesbiana.

Un ridículo mas en su nombre…. Y quizá sea tiempo de retirarme del sitio que no esta a mis pies sino a los suyos.

La última vez que vi a una mujer dándome la espalda… sus gritos la hicieron voltear, luego sonrió.

Cada que una sola presencia me intimida de esa manera, lo primero que hago es huir… nunca espero que me sigan… y nunca lo hacen, eso es, necesariamente malo (¿?).

El tormento de uno de esos roces es más prudente que mis arrebatos… yo preferiría morir que seguir besándola… pero estando vivo y al natural, no puedo evitarlo.


De la mujer sólo se que no es un hombre, de la filosofía que no es. Pero de ella…         que tiene más verdad en la punta de su cabello que la filosofía que cree no ser mujer.

La bocina de un auto y la  voz de algunas mujeres tienen ese mismo efecto obliga a moverte de sitio…pero hay otras situaciones en que esa misma bocina te hace voltear y te llama a subir.


La filosofía de un hombre es muy parecida a la mujer del mismo… me pregunto si Felipe Lee se ira a oriente a buscar a la mujer de sus sueños.

Todos tenemos una mujer a la cual le debemos todo lo que somos en  determinados momentos de nuestra vida… en mi caso… mi madre debe ser la culpable de que dependa de la mujer para vivir.

La vida de la filosofía del autoconocimiento  comienza y se acaba cada que cierras y abres los ojos,  por otra parte, no es muy recomendable que la mujer se te aparezca de esa manera, dicen que hace daño.

Ella tiene la ventaja de que no tengo razones para creerla de una pertenecía, por mi parte nada mas no creo. Como cuando la filosofía esta en el numero de citas que incluyas de autores sobrevalorados.

La conciencia universal es femenina, la filosofía pura es femenina, la poesía es femenina, la muerte es femenina, la vida es femenina y todas las anteriores están llenas de verdad, por suerte la verdad es femenina… la mujer entonces… es verdad.

6 comentarios:

K dijo...

uh, que fuerte. De echo hace tanto que no me encontraba con algo así, sobre todo por que te conozco, por que puedo verte seguido. No sé, sé que cualquier cosa que pueda yo acá agregar no valen la pena sólo puedo decir que sin afán de burla: estoy complemente conmovida.

Anónimo dijo...

estético!


le féminin

Consolation Des Arts dijo...

La mujer sobre-valorada...es casi como si quisiera usted conseguir algo con un halago..mmm debe de ser mi mal humor...
Saludos!
Ja jaja sólo es belleza y eso sí es mucho, pero..verdad?...estoy dispuesta a ponerlo en duda...Ah por si no me cree, pregúntele al maquillaje, primer mentira por la mañana y es la menos grave...

...

Anónimo dijo...

la divinización de la mujer, la trinidad encarnada, no somos tan diferentes proque el hombre sigue considerando a la mujer una musa, ambos pensamos mustio!

Anónimo dijo...

la divinización de la mujer, la trinidad encarnada,no somos tan diferentes!, porqué el hombre sigue considerando a la mujer una musa?, ambos pensamos mustio!

David Navarro dijo...

En palabras meramente comunes; no he encontrado nada mejor que el verdadero espíritu de la mujer soportando el peso del hombre con paciencia de diosa.
No es, en verdad, el pensamiento de una mujer, o sus actitudes… es eso que tiene tan imperceptible que lo exhibe para todos como la tierra misma exhibe sus frutos a los hijos de sus hijos. La mujer es divina en tanto que no es un hombre como tal, en un sentido que ya conozco. La mujer es desconocida, y la lucha del hombre es conocerla, para convertirse en ella.