Carta en endecasílabos.
Sobre la amistad y tres cosas más... no sé bien cuáles.
A la quimera,
A la quimera,
I
¿Qué te digo, amiga, de todo esto?
si te escribo solo, arrepentido,
aunque no sea mi culpa, soy honesto,
he sido lo que soy desde nacido.
si te escribo solo, arrepentido,
aunque no sea mi culpa, soy honesto,
he sido lo que soy desde nacido.
Bien, poco a
poco he perdido a los nuestros;
en principio por ser yo y no otra cosa:
tal edificación del ego majestuosa
que abandonó el fondo por los metros,
en principio por ser yo y no otra cosa:
tal edificación del ego majestuosa
que abandonó el fondo por los metros,
después mi
olvido estético del todo
por la sonrisa dulce de cualquiera,
quién viera que no soy de otro modo
ni en encamado abrazo con quien quiera.
por la sonrisa dulce de cualquiera,
quién viera que no soy de otro modo
ni en encamado abrazo con quien quiera.
Éramos más
de cinco, una mancha,
tonto el resto a nosotros diferente;
el mundo que no cambia pero ensancha
nos golpeó hasta llevarnos a la gente.
tonto el resto a nosotros diferente;
el mundo que no cambia pero ensancha
nos golpeó hasta llevarnos a la gente.
Amiga, no
es que escriba conmovido:
pinto las paredes desde dentro,
imito y recito al yo del pasado:
triste perdió la mano de su cetro.
pinto las paredes desde dentro,
imito y recito al yo del pasado:
triste perdió la mano de su cetro.
Ciento y
tantas, para no ser exactos,
han tocado la piel de mis despojos
y otras tantas negado tales actos
por miedo en el cielo de sus ojos.
han tocado la piel de mis despojos
y otras tantas negado tales actos
por miedo en el cielo de sus ojos.
Dejé Tijuana
por cosas del alma,
familia, a ti y al mago de muerte;
pensaba que lejos, en la calma,
el príncipe conquistaría la suerte.
familia, a ti y al mago de muerte;
pensaba que lejos, en la calma,
el príncipe conquistaría la suerte.
II
No vine solo, aun nadie me empujó,
me arrastró un poco esa clemencia pura,
que jura que conmigo se enojó
robando al whisky su última dulzura.
me arrastró un poco esa clemencia pura,
que jura que conmigo se enojó
robando al whisky su última dulzura.
No diré,
pero si a la magna ves,
que habla mal de mí con aliento fiero,
escúchale hasta el final sin revés,
y tal vez después dile que la quiero.
que habla mal de mí con aliento fiero,
escúchale hasta el final sin revés,
y tal vez después dile que la quiero.
De la otra
que se fue sin avisar,
ya no es fuga en el sol del pensamiento
ni tormento que me hace regresar,
habla el corazón, juro que no miento.
ya no es fuga en el sol del pensamiento
ni tormento que me hace regresar,
habla el corazón, juro que no miento.
Hoy trato
de entender el imperfecto
en esas frases que hablan de los muertos;
los vivos han perdido en mí ese efecto
de parecer del todo hombres expertos.
en esas frases que hablan de los muertos;
los vivos han perdido en mí ese efecto
de parecer del todo hombres expertos.
III
Eres de esos pocos que se han quedado,
tras el choque del bergantín mundano,
tú y el mago de pelo enamorado
que no han visto en mis toros nada vano.
tras el choque del bergantín mundano,
tú y el mago de pelo enamorado
que no han visto en mis toros nada vano.
Arrebato,
es cierto, aquellos tesoros
que el viento y sus talentos dieron gracia
para vivir en vida de los otros,
y compartir la dicha y la desgracia.
que el viento y sus talentos dieron gracia
para vivir en vida de los otros,
y compartir la dicha y la desgracia.
Pero te
cuento y juro, mujer multiforme
a esta silueta Trágica le rezo,
que cada beso en lo que soy transforme
ahuyente el drama gris del Otto e Mezzo.
a esta silueta Trágica le rezo,
que cada beso en lo que soy transforme
ahuyente el drama gris del Otto e Mezzo.
En cuanto a
ti, la Esfinge, imaginaba
que en los brazos fuertes de un hermano eras
el torrente femenino que él deseaba
tras romperle su dolor con tus caderas.
que en los brazos fuertes de un hermano eras
el torrente femenino que él deseaba
tras romperle su dolor con tus caderas.
La vida es
cosa cruel para los hombres,
somos una cuenta de mil errores
nacidos por el amor a los nombres
y el respeto tortuoso a los temores.
somos una cuenta de mil errores
nacidos por el amor a los nombres
y el respeto tortuoso a los temores.
Se buena y
disculpa su vago encanto,
no todos domamos a las serpientes,
ni leemos de las sirenas su canto
y menos afilamos nuestros dientes.
no todos domamos a las serpientes,
ni leemos de las sirenas su canto
y menos afilamos nuestros dientes.
IV
No hubo piedad para el verano triste,
la tuviste con los pies en la arena
ni las mujeres tuvieron, lo viste,
pero no huiste al reencarnar mi pena.
la tuviste con los pies en la arena
ni las mujeres tuvieron, lo viste,
pero no huiste al reencarnar mi pena.
La condena,
para mí, un sinsentido,
para ti no saber qué es lo que sigue;
las estrellas, luces de fuego herido,
evitan que tu noche se fatigue.
para ti no saber qué es lo que sigue;
las estrellas, luces de fuego herido,
evitan que tu noche se fatigue.
...
Me despido
sabiendo que estarás
si el deseo de recibir a un amigo
ya venció ese dolor que sanarás
y lo bebes en el Nelson conmigo.
si el deseo de recibir a un amigo
ya venció ese dolor que sanarás
y lo bebes en el Nelson conmigo.
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