jueves, 7 de octubre de 2010

Asesinan a estudiante de sociología. Está bien.




Un texto para mis compañeros, “humanistas” en demasía, que desconocen un que hacer filosófico mas genuino que lo social.

En alguno de estos días, unos tipos mataron a un estudiante de sociología de UABC, pero eso seguro ya lo saben. Yo no lo sabía hasta que un alumno aprovecho un correo accidental de Eliot Benítez para hablar sobre el tema y comunicarlo “indirectamente” a todos los que estábamos enlazados a ese mail. Mostraba angustia por el hecho y preguntaba si la universidad iba a presionar a las autoridades respecto al seguimiento de este caso. Menciona también que el hecho no tenia lógica asegurando que el estudiante era un tipo tranquilo y que deberían aclarar esto. No se hasta que punto tendría un sentido toda esta preocupación, pues nada de lo que se pueda hacer cambiara en algo ni el sistema judicial, ni la violencia generalizada del municipio.

Busque una nota que me diera la información completa del homicidio y la encontré. Una nota normal, de una muerte como todas. Por suerte, las notas en Internet tienen la ventaja de mostrar comentarios y vi uno,  que ya no necesite leer nada para escribir este articulito ni para darme cuenta de la veceralidad del intelectualismo. Se muestra un hombre indignado hablando por los sociólogos de UABC preguntando hasta cuando las autoridades van a poner punto final a la violencia. Después, me parece que el mismo tipo que me hizo llegar el correo, pone un comentario dirigiéndose al difunto; hablándole como su hermano y diciendo esas cosas que se dicen con un miedo en las manos y una voz supuestamente entrecortada.

¿Y luego que’?

Lamentamos la muerte de un extraño, como si eso no fuera común en nuestras sociedades, y lo hacemos parte de un movimiento interno, en los pasillos no se habla de otra cosa y buscamos un plato de justicia. Entiendo, se murió, esta bien; pero ¿por qué hay que buscar algo entre los escombros de una vida ajena, para sentirnos parte de una comunidad intelectual inútil que se aprovecha de sus pasiones para reafirmarse como humana? Creo que estamos llenos de basura, y estamos más muertos que ese personaje. Por que incluso cuando se supone que debiéramos entender el movimiento de los seres como tales, nos estamos preguntando la razón de un acto meramente humano, y buscamos culpables y necesitamos saber que esta pasando con todo ese embrollo judicial.

No es que seamos falsos, somos más bien ignorantes. Reforzamos una cadena Kármica desnaturalizando y haciendo ajena la muerte misma. Tememos a la muerte, se ve en las palabras de quien mando el correo, y por eso hacemos de una “perdida” una fuente de desahogos sociales.   Comenzamos hablándolo en público, luego pidiendo minutos de silencio, y poco después me informan que habrá todo un homenaje filosófico respecto a la muerte de este sujeto,  haciéndose la pregunta ¿Qué es vivir? Lo imagino, y no se si la razón por la que asista a tal cosa sea valida por respeto no al difunto, sino a los chicos que intentaran responder lo que es vivir.

Esta no es más que una representación de un movimiento muerto que nos ha dejado la costumbre de nuestras supuestas tendencias vivenciales ¿Qué somos? Los inconformes, los mugrosos, los que leemos antes de respirar, los que ponemos la pizca de pesimismo en la vida de la gente que solo se preocupa por pasársela bien, los que aun hacemos estúpidos festivales por el 2 de octubre y creemos que hacemos algún tipo de homenaje a aquellos que son mártires por idiotas, somos los que leemos poesía falsa en micrófonos y bocinas para sentir que tenemos una vida estética, somos los que fumamos marihuana cada que es posible en el sitio que sea; solo para estar en “onda” y luego de todo esto, somos los menos liberados.

¿Acaso no con todo eso que somos deberíamos estar por encima de la preocupación de un acto tan cotidiano? Pues obviamente no, por que en todo caso tendríamos una conciencia social (en la cual no creo y la separo estrictamente de la filosofía) pero no es, evidentemente, ni siquiera eso. Por que de ser así, haríamos marchas cada dos segundos por cada individuo que muere “injustamente” (creo que la justicia, en caso de la muerte, es una cuestión de percepción, por tanto no creo en eso)  pero no lo hacemos, por que no esta cerca, por que no lo hacemos nuestro, por que lo creemos ajeno. Pero en el caso de este sujeto, lo vemos cercano, lo vemos nuestro por que se sentaba en las mismas aulas que nosotros y lo veíamos “tranquilo”. Y nuestra percepción hacia la muerte es una vista panorámica hasta un momento como este.

Vemos en la televisión que muere un tipo baleado en la presa, y decimos “bueno andaba metido en algo” vemos que matan a n cholo a puñaladas y decimos “era cholo llevaba una mala vida, es normal” pero matan a un intelectual y nos entristece el acto porque lo vemos para nosotros. En el momento en el que un sociólogo muere, de manera tan común, estamos condenados a que nuestra vida contenga la posibilidad de terminar de una manera similar. Y eso despierta nuestros sentidos, y queremos cambiar el mundo, no necesariamente para que se encuentre justicia y que se pague por el crimen; sino para no tener que vernos en esa situación. Aplicamos la virtualidad para actuar en la realidad, y no morir por que nos asusta.

No justificaría ningún acto, y no lo llamaría bueno o malo, ni siquiera la muerte conducida. Por que no veo diferencia entre los contrarios de una misma cuestión. Pero si puedo decir que el acto de asesinar como tal, no representa ninguna variación en la existencia de todas las cosas, la gente igual muere en todos los casos, y eso lo dice cualquiera. Pero el punto no radica en la forma o en el tiempo, sino en la creencia ¿Somos participes de un acto como este solo por que nos consideramos una comunidad académica humanística? Tal vez, pero en un sentido verdaderamente de conocimiento humanístico, o filosófico en el caso de a quienes me dirijo, deberíamos liberarnos de los actos que hacen de nuestra falsedad una constante incluso en los momentos mas superficiales. Platos de justicia social, comunismos de juguete, patriotismo humanitario, solidaridad indígena, feminismos, anarquía institucionalizada ¿Que tienen de filosóficas estas cosas? Si ni siquiera podemos pararnos frente a una muerte ajena y sentirnos libres del pensamiento de virtualidad que nos produce el miedo a la mas inminente de las posibilidades de la existencia. Somos “filósofos” que luchamos de afuera hacia adentro como si esto no nos llevara a matar la individualidad del ser, esa que filosóficamente tenemos que descubrir para no reencarnar en la muerte misma de un ser que nos representa no como una institución, sino como existencia misma, que al final; es lo que nos pone a temblar. Por ver la muerte tan cercana.
Deberíamos ser filósofos de verdad, y no activistas de pacotilla intentando evitar que nos maten en una esquina mientras encendemos un cigarrillo, de esos que fumamos por mera actitud.




David Navarro Llanes.


6 comentarios:

Anónimo dijo...

Asi es como ha sucedido, asi es como sucedera, quieran o no, su hipocrecia ante un acto comun de esta ciudad no cambiara para nada y mucho menos aliviara el miedo individual ante algo como la muerte.

David Navarro dijo...

Creo en verdad que es una cuestión de actitud. Hasta la muerte, yo ni creo en eso. Quizá ese sea mi problema. Y el de todos es querer poner una alarma al estado de cosas, y creer que estamos separados de lo externo, cosa que en verdad es impensable.
Un saludo.

Sobre el comentario que desapareció, que no pongo por que respeto el derecho del autor a borrarlo y no mostrarlo.

Debo decir que lo conocí igual que la mayoría de los “filósofos” (nótense las comillas, y nótese que también me incluyo en las comillas) estos con los que ya he platicado de esta cuestión y de sus próximos actos al respecto. Tomaba una clase de Terminología filosófica alemana con él, platicamos alguna vez sobre unos guantes creo, me contó tres chistes de esos que salen conforme a la situación. Alguno si estuvo bueno. Me gustaban sus audífonos si de algo sirve.

Por otro lado el texto; poco entendido en su mera esencia, que supongo que eso es mi culpa, no trata de la reacción inmediata, no en un sentido esencial, y el pretexto es canalizar un pensamiento que encierra la percepción de nuestra sociedad académica como falsa en un sentido referente al propósito de los tópicos que esta se supone que exalta. Digo que los “filósofos” no hacemos Filosofía y que los “sociólogos” no saben que la autoridad no puede parar la violencia. Y por el contrario, canalizamos nuestra energía en actos ajenos a nuestros supuestos propósitos.

Si subrayo, necesariamente, mi ausencia de juicios. Creo que es lo primero que se debe hacer; no hacer. Pero no, y en verdad nunca me mostraría como autentico, ni en un sentido individual, ni en un sentido filosófico. Por que si en mi texto tratara de mostrarme yo como autentico, los exhibiera, a los otros también, como auténticos. Por lo tanto; me incluyo, como ya lo he dicho antes, en todo sentido respecto a la crítica de mi texto. Me someto y me incluyo y no necesariamente por cortesía, a mi propia critica. Es decir soy todos los ejemplos que uso y el comentario tiene razón al decir que soy un fantoche fumador más de humanidades. Incluso tampoco me quito mis lentes de aviador.

Dicho lo anterior, no soy filósofo, y tampoco necesito verle la cara a algo en lo que mi pensamiento no representa una oposición a la vida misma, es decir; no tengo ningún tipo de pensamiento respecto a la muerte que, a su vez, imponga dentro de mi la incomodidad espiritual de querer evitar la mía o exaltar la de otros hasta darle un valor que no tiene dentro del existir pleno. Para terminar, mi texto no trata de nada respecto a la muerte, habrá que reescribirlo o releerlo para que se note que en todo sentido habla más de la vida.

Anónimo dijo...

“Nada de lo que pueda hacer cambiara en algo el sistema penal etc., etc.” me pregunto dónde estaban tus “sabios consejos” cuando se dieron todos los cambios sociales a lo largo de la historia, el que las cosas se queden igual es también una utopía al igual que el pensar que cambiaran brevemente, pero justamente éstos cambios sociales no graduales necesitan de esos individuos no apáticos ante su medio, necesitan una voluntad de poder colectiva, pero bueno, lamentablemente seguí leyendo tu bien nombrado “articulito”: Que llama intelectualismo o comunidad intelectual a:¿a quién? ¿Y por qué debería llamarse de tal manera? ¿Por qué son estudiantes, por qué leen, por qué? Yo no veo creadores teóricos, y antes de que se malentienda mi crítica, ésta no va hacia lo que tú llamas intelectuales, sino hacia ti, que con una conveniente miopía no puedes distinguir el supuesto institucional del real intelectual.
Mencionas la subjetiva y apasionada respuesta de alguien que reclama, pero me pregunto: ¿cuál es tu necesidad de limitar tal pasión, tal emotividad, tal inconformidad, cuál es el interés, contagiar tu apatía? ¿Como es tuya la juzgas como adecuada, como el modelo a seguir? En seguida dices: la muerte de un extraño. Pero no todos son extraños entre sí, porque aunque no lo sepas aún, no eres el centro del universo, digo, eso hasta tu lo podrías entender ¿no? Si el día de mañana se muere tu mamá en caso de que aún tengas, yo y millones más no sentiremos ni la más ligera preocupación o melancolía, pero para ti, no será un día más, pues sólo te pasara una vez en la vida, y uso el ejemplo de tu madre no por el conveniente chantaje emocional que tal ejemplificación busca en gran parte de los casos, cambia al personaje si quieres, pon a quien quieras.
¿Estúpidos festivales del dos de octubre? Yo no he participado en ninguno ni lo haré, pero reconozco que aunque muchos lo hagan por lo motivos inadecuados, como seguramente lo hacen personas narcisistas en extremo, tú, deberás comprender que la heterogeneidad no es una ilusión y que la función de retenedor sociocultural que brindan cierto ritos, nos proporcionan una memoria no de muerte y llanto sino de advertencia, de lo contrario te invito a descalificar a la historia entera y a lo que tu estudias: historia de la filosofía.
Lo más estúpido de tu estúpido texto, es cuando haces el ejemplo de que cada dos segundos habría una marcha por la muerte de un individuo asesinado, confirmo: nada más estúpido. Es obvio que todo es circunstancial, que se manejara cada caso de acuerdo al contexto, de acuerdo al muerto, a los que lo rodean, y las miles de variables que puedan influir o impactar en un determinado entorno.
Al mencionar diferentes movimientos sociales, de diferentes órdenes, mencionas ¿qué tienen de filosóficos? Yo diría: ¿qué deberían de tener? ¿Qué tienes tu?, recurres a la falsedad, y añadiría ¿qué tiene de malo tal cosa? ¿Qué no concuerda con tu moral?
Fumar por una cuestión de actitud, yo no fumo, pero sé que no todos fuman por el mismo motivo, así que agarra tu clásica y tan común actitud rockstareada y deja de juzgar bajo tu mismo molde. Que aparenta ser tan reducido.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
David Navarro dijo...

Un par de post arriba, la respuesta a Edward Jensen, aqui no cupo.

un saludo.

Anónimo dijo...

El asesinato es un acto que se presenta en la Biblia (por mencionar estupideces; y como antecedente histórico aunque existen otros más antiguos) esto es conciencia histórica. En ocasiones es peor tener una conciencia histórica.
El miedo a la muerte se ve reflejado en la necesidad patológica de dar un sentido a la miserable existencia de cada uno de nosotros. Un acto ético que terminara en un sentido social. Necesito la aprobación del otro.
La diferencia que hay entre el quehacer filosófico y el quehacer social me parece muy adecuada cuando no hay separación entre el filósofo y una prostituta. Actuar y no-actuar son lo mismo cuando uno no es hipócrita consigo mismo.
Me parece muy oportunista tu “articulito” para presentar tu quehacer filosófico, aunque, más que un quehacer filosófico, lo veo como un sentir filosófico. Esta diferencia es absurda. Mientras algunos se encargar de “filosofar” otros se encargan de la experiencia filosófica. Hay quien si experimenta la filosofía. Lo esencial aquí es entender porque tomar tan enserio un comentario tan estúpido (si es esta tu opinión). No considero que deba tomar en cuenta algo tan estúpido en cuenta, me parecería estúpido de mi parte tomarlo en serio, me parecería estúpido no reír de lo estúpido. Encuentro el oportunismo también en aquellos quienes se toman la molestia y tiempo en contestar esto, en lugar de tomar más enserio sus labores sociales, su compromiso con la comunidad, en lugar de estar aumentando su ego con discusiones absurdas. Solo se discute por querer aumentar orgullo (ego) o por la simple diversión y ejercicio mental (también es ego).
Quieren cambiar el mundo y no pueden cambiar a un individuo.
Lo esencial es que después de un tiempo considerablemente poco no he visto más acusaciones hacia el artículo (si se puede llamar así) de lo cual solo puedo deducir dos cosas: que ya se están dedicando al quehacer “filosófico”; o simplemente ya se olvidaron del hecho (que es lo más probable), la moda no es la misma hasta que vuelva a suceder. Solo en el momento del acontecer somos una sociedad.