miércoles, 9 de febrero de 2011

Luna interior.


Hay una luna escondida
en algún sitio del cuerpo,
ahí, dentro de algún tejido, 
acomodada en algún hueco.
Una luna enamorada de la luna,
luz de irresistible imagen,
cadencia inigualable del universo,
corazón que late luego de morir.
Es una luna tímida, olvidadiza;
se le olvida que es hija de alguien,
que es inmortal
y que lo que le brilla es el alma,
y no la figura.

La luna dentro
y el sol también,
o quizá no y sí.
Una bestia de dioses,
como lo es el hombre;
no puede ser diferente,
donde hay uno hay dos,
donde no hay, hay.  

Luna de bruja,
ilumina tu pecho,
dios emanando.

2 comentarios:

Consolation Des Arts dijo...

y yo que pensaba que ya no se podía hablar de la luna, que el tema estaba gastado y marchito como ella...Saludos (por cierto, me agradó ja!

David Navarro dijo...

De la luna se puede escribir siempre, en tanto que es femenina, por lo tanto bella, por lo tanto perfecta... en el peor de los sentidos.