Emerge en su entrada la luz
y el viento empuja el cuerpo
entre verdes variados y amarillos,
caminando con pies de raíz.
Hojuelas viajeras del aire,
en la fuerza solar del verano
filtrando el espíritu en su existencia;
el otoño ha llegado demasiado pronto.
Llenó de tacto el roce de un listón,
inventando la vista de los otros que ven…
y no ven con lo ojos cerrados a piel de hierro
cuando en otoño todo se rompe por su dureza.
Cierra su boca callándola desde adentro,
hay poca vida que generar ahora;
cuando ni la muerte aprovecha el momento
y las raíces sonríen a sus hijos eternos.
Entrada de quien trae la luz
con el viento apoyando su peso;
verdes casi vivos y amarillos muriendo
caminando sobre las raíces con pies eternos.
1 comentario:
Desolador, desolador desolador...pero también el otoño tiene su fuerza...luego, la fascinación por la decadencia...
Saludos!
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