domingo, 25 de abril de 2010

Finito derroche.

Ese accidente se terminó... no hay otra cosa que el fin de esa pesada carga, por la violencia de la pobreza de sus ajenos pensares.
Con el orgullo de un hombre que ha acabado por los suelos en solo cinco segundos de viveza para otros, he terminado el movimiento recto de una obligación pasional.
El fin de este estado es el seguimiento de la sangre brotando primero por mi mente y luego por lo demás.
No he de volverme equivocar por lo hervido de unos pétalos masticados por alguna quimera de muerte y de vida... por una imagen de iglesia y con los ojos perdidos.
El mormullo de otros y de mis entrañas son la conciencia del universo... hay que escucharlos.
Una cerveza... dos cigarros... y un grupo de borrachos formando un circulo me han guiado a la santa tabla de objetos prudentes e imprudentes..... Escogí ambos, y decidí terminar con esto... y empezar quien sabe que.
El té es una precaución o una respuesta, deje ir la precaución, pero el té de hoy tiene la solución a este estado... habrá que beber otro para entender lo que significa la síntesis.
La única verdad de esta situación es que nada fue y nada será, solo eso es seguro respecto a mi... nada se muestra por la nada, ni siquiera la magnificencia de algún amor.
En busca de la última estrella la culminación de mis actos será la razón de sus respuestas y de mis derechos sobre la brillantez de su alma.
Sin Mensaje poético.

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