sábado, 17 de abril de 2010

Resaca del sitio.

Fragmento. (Escritos, en algún lugar)

Aunque nada de lo que ha pasado en este recorrer de los últimos momentos se parece a la caída de los hombros del sostenedor de este mundo, me doy cuenta que los dos ponientes con su centro separado se parecen al barco de la mañana eligiendo un capitán sin manos pero libre y contento de ser la pobreza personificada con su nombre y su toque de pimienta en los bigotes ya sin forma ni estilo.

Las cosas del tiempo se escondieron entre las piernas de las últimas mujeres que me viajaron y de los pocos seres que me han tendido más que su piel y sus frutos. El partir de sus olores tiene que ver con la presencia de quien no le pide nada a otros como suyos, prefiero decir que quien está en el círculo correcto puede pertenecerle a quien nada tiene como propio.

La amo en un estado tan raro que ofende, entonces no la amo por mera intuición de espíritu, más bien prefiero prestarle mi alma para que la devore con los pies en los hombros y con las manos en su cabecera, es decir, siendo una cosa con alguien más, conmigo.

Su pose es tan corta que nadie espera que sea tan hermosa como es, ella no se esconde, pero no la miran, le temen a su perfección, y yo le temo a desconocerla, porque al caer sus parpados conocí su fragilidad en aquel largo instante que me permitió ser su guardia y su titán. Ella se puso frente a mí pidiéndome sin palabras que le cuidara su sueño y su descanso, y su rostro y sus labios que entonces eran ajenos justo como ahora y como antes y como dios y su contrario que es sí mismo.

Unifica el instante que empequeñeció mi noble esperanza de volver a soñar con una leve caricia del corte lateral de tu cráneo lejano y con aureolas infinitas y abismales... toma de mi liquido pensando en que no es licor ni miel... es solo mi alma que se ha derretido, tras los cielos tan calurosos de esperanza renovadora y efímera... has poesía de esa verdad que no representa ni mi ser ni mi alma, sino las dos cosas como una de esas piltrafas que siempre has desconocido y no amaras por más que lo pida con los actos formando un circulo de prisión de lo etereo y suficiente para los pobres de corazón mente y espíritu destrozado por los más fuertes vientos de tus soplidos permanentes.

1 comentario:

†Nicté dijo...

Caballero, ese capitán estuvo en su lugar, quien está en su lugar está en paz con sí, estaba en ningún lugar (en específico), qué queda más que suspirar almas cuando no se tiene más, y sí, eso, como cualquier luzbel, el temor de conocer algo y que esto no se parezca a nuestra percepción que gustaría, entra allí algo así como si fuese decepción, tal vez sea mejor no esperar nada y seguir, cuando hay retribución, ¿Qué más se puede pedir? Algunas veces las imágenes engañan, y se siente lo contrario, ¿Y cuándo es así? Me quedo con lo que tuve… Con propia eternidad compuesta del líquido de otras almas hechas mías como fui de ellas.

Como siempre... ya sabéis...

Saludos!! y Buena Vibra