martes, 7 de septiembre de 2010


Chinguen a su madre, todos, tú también.
Todos somos genuinos, y caminamos por ahí con nuestro estilo comprado, algunos en  televisa otros en Mtv, o vh1,  o alguna mierda de esas. Y todos somos felices,  nos pegamos al espejo para besarlo y agradecerle la puta acción de auto contemplarnos.
Pues respecto a eso, chinguen a su madre. Todos fingimos y caminamos por ahí con nuestra cara sacada de nuestro artista pop favorito. Y todos juegan con todos y se comparten uno a otro sin necesidad de  preguntar si se podrían ofender o dañar.
Los tipos que andan ahí, jodiendote de sol a sol nunca se paran a pensar si algún día van a tener la necesidad de pedir casi de rodillas que no los jodan a ellos, y eso está bien porque nunca lo harán. Pura pendejada. Siempre existen tipos idiotas, y siempre tu estas entre ellos, y yo.
¿Qué culpa tengo yo de que el mundo gire todo el tiempo y que ni en el cine puedan detenerlo satisfactoriamente?  ¿Yo qué? Juro que solo camino igual que todos, no merezco estar por debajo de nadie. Ni siquiera porque soy un inútil.  Hijos de perra, todos contentos como en una pasarela universal.  Y se regodean mostrándose con sus rai ban y su corte in.
Soy un tipo normal...  burlable, como todos, inútil si, pero no imbécil o un poco. Pero idiota, tengo una mujer  como una adicción que al final la escondo para que nadie la vea y que sea mi secreto. Y como toda adicción la quiero dejar para siempre. Solo tengo como mío mi pelo y se cae de pronto, ¿por qué no se me cae el pene? O el brazo con el que escribo tanta pendejada. Porque no he de ser un músico de camión y paso los años comiendo tacos a las 5 de la tarde en una esquina del centro.  No soy lo suficientemente capaz ni para eso.  
Lo Dado es la única bendición de mi vida, por ejemplo esta computadora y la capacidad de mostrar lo escrito como mío. Pero no tengo para hacerme de cigarros cuando mis nervios se juntan como mis dientes que se lastiman entre ellos. Aquí estoy limosneando un poco de libertad, no dinero, ese me vale verga, pero si un poco de espacio para elegir lo que no me toca. Un minuto siendo naturalmente perfecto.
Chinguen a su madre porque son iguales a mí y a todos, ni siquiera estando jodido soy un hombre único. Siempre hay uno queriendo estar más jodido. Su puta madre, nunca tuve razones para negarme hasta ahora, hasta el momento en que los veo y son yo y mis virtualidades. Pueden decir que son ejemplos todos, unos de bondad, de esfuerzo, de progreso, de bienestar familiar, pero putos todos, no son más que un ejemplo de mí y mis pinches posibilidades, por eso chinguen a su madre.
No tengo hambre y no voy a comer, y si como voy a vomitar cuando me acuerde de ustedes.  Revisando la nota del soriana, dejando a un lado lo único que es real, revisando el cambio del taxi, humillando a un perro sin dientes, comiendo tacos al vapor, rozando sus pieles contra otras y dejando lo único que vale la pena en la vida de lado por alguna cosa que representa una ganancia sustancial.  
Lean lo que quieran y vean lo que quieran. A mi déjenme no hacer, que al final, quizá termine yo siendo al que le toque estar molesto con la vida luego de sus fracasos inconscientes.
Pero en verdad. Chinguen a su madre.

Chinguen a su madre, con mensaje poético y todo. Como cuando escuchan una balada de rock y el primer zumbido de la voz les enchina la piel sin siquiera escuchar ninguna palabra, asimismo, chinguen a su madre y tu también, sobretodo tu.

4 comentarios:

Neural Crash dijo...

Me agarro desprevenido el primer putazo del texto pero de igual forma acepto la mentada por lo que me toca y mi inherente cualidad de espejo saludos y un abrazo.

Anónimo dijo...

No somos únicos, también me costó aceptarlo, mucho haha es algo que siempre se sabe, como esas frases gastadas de dominio público, pero que en realidad no se conoce hasta que un día la entiendes a la perfección, todos tenemos algo de vanidad, hasta los que nos creemos exentos de ella, a veces pienso que los demás son yo o más bien que yo pienso lo que ellos y me aterra, pero por otra parte es genial saber que hay más navegantes divagando por ahí

Anónimo dijo...

y creo que esto ni hablaba de eso, porque creí leer eso

David Navarro dijo...

Hablaba de eso,justamente de eso.
Y quizá de alguna cosa más que ya no recuerdo, pero seguramente sigo sintiendo.
Hay cosas que los limites, no del alma, sino de las letras no dejan salir, así que le rayas la madre al mundo y por más antiestético o chafa que parezca para quienes gustan de las buenas letras y el lenguaje sofisticado; es necesario vomitarlas de algún modo. sigo firmando este texto, sobre todo en cuando a las virtualidades del yo en los otros y vesceversa.

Un saludo, gracias por leer y comentar tan sustancialmente.