lunes, 13 de septiembre de 2010

La Magia y el Mago.

Fragmentos.
“Llegada la hora puso sus pies en la tierra de quien solo tenía para ofrecerle su vida; como pago por su benevolencia. Apareció en medio del camino y abrió los ojos. El cielo, al verla más bella que las estrellas que lo adornan, se escondió entre las nubes mas grises. Puso un poco de su miel en los labios del hombre y este solo pidió la muerte para no sufrir después de tal iluminación."

“Él le hablo del amor y de lo bello, ella escuchaba como si escuchara verdades. En un punto sus miradas se cruzaron formando una fuerza entre su espacio vacío. Y con sus labios se atrajeron y sus cuerpos se juntaron con la luz de la única estrella que se asomaba entre las nubes oscuras.”

“Casi le creía que era verdad tanta pureza en esos actos, pero él era un ladrón invasor y ella era una obra directa de dios. Él lo sabía y no le importaba el peso kármico de su atrevimiento. Y a ella no le importaba la pureza de su piel jugando a ser parte de una furia natural.”

“Cuando se fue y puso las manos del hombre cerca de sus labios; él puso los ojos en el cielo escondido y le agradeció a los dioses la paz de encuentro con el amor de la verdad encarnada. Después no buscó la muerte ya, y a la vida la olvidó.  cuando ella se fue y el cielo pudo mostrar sin vergüenza la ya nada sorprendente belleza de las estrellas que lo adornan; él caminó de regreso a su cuerpo y el alma  no le cabía dentro de su forma, entonces, su alma infinita embellecía su cuerpo humano por afuera de los límites de la piel.”

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