martes, 14 de septiembre de 2010

Nada.


No tengo nada que hacer ahí 
porque nada tengo ,
no tengo nada que encontrar
nada buscas.

No tengo nada que hacer ahí,
mira tu rostro y mira el mío
atrayéndose con culpas,
las mías más grandes.

No tengo nada que hacer ahí,
siente  las pieles que acostumbras
tan extrañas para la piel mía,
al rosarte me sangras.

No debiera estar acá,
robándole a otro la paciencia
mientras muerdo ese comienzo;
dejando una huella vanidosa.

¿Qué hago acá sino recordar mi pobreza?
 Una imagen de ternura,
como diablo en mi corona
siendo esta un beso de miel.

Ahí apoyando tus caminos,
sonriéndole a quien sea
y mirando tus pestañas
caer como caen.

Solo matar hago aquí,
como los que matan por amor,
y  luego viven en soledad
mascando la conciencia.

Y al final nada hago aquí,
solo esperar a que desaparezcas
en la imagen de la luna
que se esconde entre las luces.

Sonriendo ponga las pestañas como tu
manteniéndolas también unos momentos abajo,
y te veo ir como siempre,
y no vuelves esta vez.

Nada hago aquí,
Era una ilusión
del clima de mis deseos
que siempre regresa a tu imagen.




No hay comentarios: